Asturies, que guapina yes!

Yonkis de la exportación y demás navegantes de la red, hoy toca hablar de la tierrina, toca de hablar de Asturias.

Como os conté la última vez, el uno de Abril me lié la manta a la cabeza y decidí coger unos cuantos vuelos(Atenas-Dusseldorf-Madrid-Asturias) para llegar a Asturias.

La cosa no podía empezar mejor, recepción en el aeropuerto con pancarta y todo, que rezaba: "Mientras el tímido reflexiona, el valiente va, triunfa y vuelve". De aquí a cenar buena carne asturiana a la piedra regada con sidrina, por fin estaba en casa!

El fin de semana paso rápido pero intenso. No falto el ver a viejos conocidos de la vida nocturna, un durin, disfrutar del clásico botellón con los amigos de siempre y el volver cuando amanecía.

Cuando estás en buena compañía y en el lugar idóneo los días vuelan. Ya era Domingo. Siempre fue un día familiar, asi que a comer con toda la parentela, una vez mas arropado por ese cariño de "guelina", de madre,... de familia al fin y al cabo. Los domingos son días familiares, pero también de fútbol y que mejor regalo que poder ver al Sporting en el Molinón?Para terminar el día, cena en una sidrería recordando tiempos no tan viejos en grata compañía que echaba de menos.

Lunes y martes solo dos días restaban para hacer todo para lo que las comilonas, las fiestas y demás eventos no me habían dejado tiempo. Decidí aplicarme y dejarlo todo finiquitado el lunes, hasta me dio tiempo a ir al cine(clásico día del espectador)para dedicarle el martes a Asturias.

Martes por la mañana: lucía el sol y decidido me fui camino del oriente asturiano en al compañía de Bea. Primera parada en el Fito para ver la bellísima costa, que tan enamorado me tiene, entrecortarse. Siguiente parada, la que fue capital del reino años ha, Cangas de Onis. Ahí disfrutamos de un vermut bajo el sol asturiano que ya empieza a calentar. No podía ser menos y la última parada tenia que ser Covadonga. Tras tanta visita al Oráculo, la Santina se merecía una asi que a la Santa Cueva me dirigí. No se que tiene este lugar, este pequeño pueblín en medio de montañas que algunos llaman la cuna de España,que no me cansa nunca. Siempre que voy es como la primera vez. Tras comer una buena fabada y visitar Covadonga, vuelta para Gijon con el espíritu asturiano a flor de piel.

Es un breve resumen de una intensa visita. No quiero terminar sin dar las gracias a todos aquellos que me hicieron sentir como en casa, como lo hacen siempre. Esa gente de la que nunca te cansas, esa gente que como dije hace un par de entradas no se conforman con querer ser AMIGOS lo demuestran día tras día y escribo amigos con mayúsculas con toda la intención porque es lo que sois AMIGOS CON MAYÚSCULAS. Gracias!

De tanto pasear por donde estaba alguna de las grandes academias de la historia clásica me esta haciendo acercarme a la filosofía. Valorar la filosofía en su justa medida porque "La ventaja que sacarás de la filosofía será hacer sin que te lo manden, lo que otros harán por temor a las leyes"